Esto es lo que ocurriría sin los trabajadores del sector artístico y cultural. Hablamos de actores y actrices, de músicos, de bertsolaris, de magos, de bailarines, de monologuistas… pero también hablamos de todo el equipo técnico y auxiliar que trabaja por materializar un espectáculo en vivo.
En su mayoría, todos ellos, desarrollan su oficio y entregan su talento bajo unas condiciones bastante precarias, en la mayoría de los casos.
Alcanzar un puesto de trabajo estable es casi imposible. La provisionalidad y la intermitencia condicionan la profesión cultural desprotegida de una regulación específica que garantice sus derechos laborales:
Queremos conseguir un aplauso por cada trabajador de la Cultura en Vivo y hacerlos sonar, con el fin de reivindicar el Estatuto del Artista, y con él, un cambio en este sector profesional tan necesario para nuestra vida en sociedad.
¡Que resuenen nuestros aplausos en el Parlamento!
Cómo participar
Puedes compartir tu aplauso en redes sociales. Es muy sencillo, te explicamos cómo aplaudir…